Viviendo en la Libertad de Cristo: Una Perspectiva Renovada

Viviendo en la Libertad de Cristo: Una Perspectiva Renovada

Dec 24, 2023

Explorando la verdad revelada en Romanos 6, este post ilumina el glorioso significado de nuestra identificación con Cristo. Descubre cómo la vida en Cristo nos libera del pecado y nos permite experimentar una nueva perspectiva de vida, llena de gozo y victoria.


Introducción: En el tejido de Romanos 6, se despliega una narrativa cautivadora sobre la vida en Cristo. En este primer domingo de Adviento, reflexionamos no solo en el nacimiento de Jesús, sino también en la esperanza impresionante de Su segunda venida. El apóstol Pablo nos invita a considerar la realidad de nuestra unión con Cristo, una verdad que transforma nuestra existencia y redefine nuestra perspectiva.

Hemos leído en Romanos 6 del 1 al 11. Estamos vivos para Dios. En este primer domingo de Adviento, reflexionamos no solo en el nacimiento de Jesús, sino también en la esperanza impresionante de Su segunda venida.


Somos como prisioneros de esperanza, encerrados en un capullo que nos transforma, al igual que la oruga se convierte en mariposa. Así también nosotros, en Cristo Jesús, experimentamos una transformación radical. Pablo plantea la pregunta crucial: ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Su respuesta es clara: ¡De ninguna manera!


Ignorar que hemos muerto al pecado es negar una realidad espiritual profunda. Somos llamados a considerar que estamos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Este entendimiento es esencial para vivir la vida cristiana con victoria y gozo.


El bautismo simboliza nuestra identificación con la muerte y resurrección de Cristo. Así como Él resucitó, nosotros andamos en novedad de vida. La muerte de nuestro viejo hombre nos libera para vivir una vida renovada, superando el luto por lo que ya no somos.


La vida en Cristo es una realidad que desafía la negación y la tentación de revivir al viejo hombre. Necesitamos sincronizar nuestra comprensión espiritual con la vida práctica diaria. Dios opera en nosotros, y la energía de Su amor fluye, capacitándonos para vivir de manera transformadora.


Conclusión: Así como hemos muerto con Cristo, también viviremos con Él. Estamos vivos para Dios en Cristo Jesús, libres del pecado y llenos de la esperanza de resurrección. Dejemos que la realidad de nuestra nueva vida en Cristo estalle, manifestándose en amor, gozo, paz y toda la plenitud del fruto del Espíritu. En esta temporada de Adviento, recordemos que la vida en Cristo es el regalo más precioso que recibimos. Descansemos en esta verdad, viviendo con una perspectiva renovada y compartiendo la buena nueva de la libertad que tenemos en Él. ¡Gloria a Dios por nuestra vida en Cristo!