¡Estar preparado es todo!

Cómo esperar el regreso de Jesús y la importancia de una relación personal con Él

Este sermón, aborda con profundidad la enseñanza de Jesús en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo, donde presenta una parábola sobre diez jóvenes y un novio. Esta sección de la Biblia ayuda a los oyentes a reflexionar en profundidad sobre la importancia de estar preparados para el regreso de Jesús y cómo sus vidas cotidianas pueden ser un testimonio de su relación con Él.

En su historia, Jesús relata la situación de diez doncellas que esperan la llegada del novio para celebrar la boda. Les indica a sus oyentes que hay dos tipos de personas, representadas por las doncellas: las prudentes y las insensatas.
Las primeras, han llevado suficiente aceite para mantener sus lámparas encendidas en espera del novio. Las segundas, en contraparte, no han tomado provisiones suficientes y sus lámparas se apagan.

Cuando finalmente llega el novio, solo las que habían sido prudentes y habían considerado obtener suministros adicionales de aceite para sus lámparas pueden proceder para encontrarse con él. Aquellas desprevenidas quedan a oscuras y excluidas.

Esta parábola no es simplemente un recordatorio sobre la necesidad de estar preparados para el regreso de Jesús. En esta historia, Jesús destaca la trascendencia de vivir en constante relación con Él, manteniendo encendida la lámpara de nuestra fe y compromiso. La preparación para su regreso no se puede delegar en otros, es una responsabilidad personal. Es un llamado a incorporar su presencia en nuestras vidas diarias, a perpetuar nuestra relación con Él.

Conclusión: El mensaje principal de esta parábola es claro: la preparación es esencial para recibir a Jesús en su segundo advenimiento. Aunque su regreso pueda parecer demorado, deberíamos vivir nuestras vidas en un estado de espera vigilante y activa.

Asimismo, Jesús también está instando a sus seguidores a que busquen una relación intensa y personal con Él, no solo a realizar actos piadosos o religiosos. Cuando regrese, no solo importará lo que hemos hecho en su nombre, sino también la calidad y autenticidad de nuestra relación personal con Él.

En realidad, al final del día, es la luz de nuestra relación con Jesús lo que realmente brilla a través de nosotros y es la preparación más importante que podemos hacer mientras esperamos su regreso.